La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, salió ayer en tromba para responder a los ataques de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la fiscalidad de Madrid: “Nos van a tener en contra: frente a la opresión, libertad”. “No nos vamos a quedar callados, no nos vamos a quedar quietos”, añadió Ayuso en respuesta a la amenaza de Montero, quien el jueves destacó en el Congreso que quiere “armonizar los impuestos cedidos a las comunidades”, es decir, obligar a Madrid a subir Sucesiones y Patrimonio, “contra el dumpingfiscal”, en el marco de la reforma de la financiación autonómica que quiere impulsar, sobre la que quiere tener un borrador en otoño. Se trató del primer aviso explícito a Madrid –blanco de amenazas de Pedro Sánchez y la propia Montero en la campaña electoral–, desde que el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos llegó al poder. Ayuso se refirió a esta cuestión antes de asistir ayer en Madrid a un encuentro informativo de Nueva Economía Fórum con el presidente de la patronal madrileña (CEIM), Miguel Garrido, y el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, que defendieron la política de impuestos bajos de Madrid y alertaron del daño que haría a la economía obligar a Madrid a subir impuestos (ver información adjunta). Madrid tiene el PIB más alto de España. Reúne el 85% de la inversión extranjera y ha pasado de tener la cuarta renta per cápita de España en 1980 a la primera. Ayuso aseguró ayer que responderá a la “opresión” fiscal que considera que el Gobierno central quiere imponer a los madrileños. Subrayó que lo que está haciendo el Ejecutivo central es “gravísimo”, ya que mientras “le van a dar la Seguridad Social al País Vasco” y con ello “van a romper la igualdad entre todos los españoles”, pretenden imponer “una subida de impuestos a todos los madrileños”. El Gobierno de Pedro Sánchez tiene “en pie de guerra a las familias, a los ciudadanos y a los empresarios”, advirtió Ayuso, para quien “es una absoluta vergüenza lo que está pasando, una barbaridad. No se puede consentir que rompan el equilibrio territorial que nos divide entre comunidades que nos asfixian fiscalmente, que rompa la autonomía, la libertad de todos los ciudadanos”. La mandataria madrileña afirmó que los Impuestos sobre el Patrimonio, Sucesiones y Donaciones son “anacrónicos” y “no existen en otros muchísimos países”, ya que implican que una familia tiene que “volver a pagar” por algo que ya es suyo. Cabe recordar que España es el único país de la UE con un Impuesto sobre el Patrimonio (ver informaciones adjuntas). Por este motivo, indicó que el anuncio de la ministra Montero supone que “pretenden hacer una subida indiscriminada de impuestos a Madrid rompiendo su autonomía”. La batalla fiscal de la legislatura cerraba así ayer su primer asalto político de una guerra que ha declarado Hacienda a las comunidades del PP con el foco principal puesto en Madrid y que se lucha en varios frentes, principalmente el político y el jurídico. En su primera comparecencia en el Congreso de la legislatura, Montero avisó el jueves de que el Gobierno propondrá “armonizar los impuestos cedidos a las comunidades”, es decir, Sucesiones y Patrimonio, en el marco de la reforma de la financiación autonómica que quiere impulsar, reforma sobre la que quiere tener un borrador en noviembre o incluso, octubre. La ministra subrayó que esta propuesta tiene por objetivo evitar la “competencia desleal” entre regiones para “atenuar el dumping fiscal”, lo que aseguró que se hará sin afectar a la autonomía fiscal. En principio, esto implica que se obligaría a Madrid y a otras comunidades a subir estos impuestos, aunque habría una horquilla que les permitiría tener los tipos más bajos posibles del conjunto de las autonomías en el nuevo diseño de estos tributos. El IRPF autonómico no se tocará en principio, aclaró, aunque no descartó que se coarte la autonomía sobre el tramo autonómico del IRPF “si así lo quieren las comunidades”. Montero mencionó también a Andalucía y a Murcia, comunidades que aseguró que están recaudando menos por haber bajado los impuestos, lo que afirmó que pagan el resto de los españoles. Los datos muestran que la recaudación del IRPF de las comunidades que lo han bajado crece. Andalucía y Murcia también respondieron ayer a Montero. El consejero andaluz de Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, quiso dejar claro que el Gobierno andaluz no aceptará la “amenaza” de imponer una subida de impuestos. “Montero es el enemigo público número uno de Andalucía”, sentenció. Según Bendodo, gracias a la bajada de impuestos y la eliminación de Sucesiones se ha conseguido recaudar más, porque al bajar los impuestos, la gente tiene más capacidad de gasto y al gastar más, la Administración recauda más e invierte más en los servicios públicos. A su vez, el consejero de Presidencia y Hacienda de Murcia, Javier Celdrán, rechazó que el nuevo modelo que pretende implantar Montero sea “igualitario, equitativo y justo y exigió que no se cuestione la capacidad normativa de las comunidades en materia tributaria”. “La bajada del tramo de la tarifa autonómica del IRPF aprobada el pasado año en la Región alcanzará a más de 300.000 murcianos y va a beneficiar sobre todo a las clases medias”, destacó Celdrán, quien remachó: “Creemos que esta política de baja fiscalidad incentiva la economía e impulsa el crecimiento y atrae nuevas inversiones, y los datos así lo demuestran”. Después del primer anuncio de Montero el jueves en favor de la armonización, que aludía a Madrid pero no la mencionaba, la ministra no pudo evitar atacar a la comunidad en su última intervención; “Madrid puede bajar impuestos porque es la capital, lo que le permite tener unos ingresos que le dejan bajar los impuestos con competencia desleal con las comunidades más desfavorecidas, que necesitan la armonización”, destacó. Desde la comunidad recuerdan que de los 78.334 millones que se recaudan en Madrid (datos de 2017), sólo el 22%, 17.470 millones, se transfieren a la región