650.000 españoles ignorados por el IRPF

Publicado en el diario Expansión del 3 de julio de 2002

«La reforma contenida en las propuestas de este Informe supone una reducción de la carga fiscal para todos sin excepción». Esto concluye el Informe de la Comisión Lagares, documento base del actual proyecto de reforma fiscal. Pues bien: sencillamente, no es cierto. Cerca de 650.000 españoles van a ser ignorados, de nuevo, por la reforma fiscal del Gobierno. Estos españoles son aquellos que pagan un 70% de impuestos sobre sus rentas de trabajo, frente al máximo del 45% que van a pagar sus conciudadanos, y otro 70% de impuestos sobre sus ganancias de capital, frente al 15% que pagarán los demás. Son 650.000 españoles quienes nueve de los doces meses del año trabajan exclusivamente para pagar sus impuestos a Hacienda. La causa es bien conocida: el viejo y anticuado Impuesto sobre el Patrimonio, cuyo gravamen conjunto con el IRPF lleva a que el tipo marginal efectivo en España sea el 70% o más. 

Un millón de españoles (los famosos «cuatro gatos») pagan una media de casi 1.000 euros de Impuesto sobre el Patrimonio cada año; según datos del propio Ministerio de Hacienda, para dos de cada tres de ellos, esto implica pagar al menos un 70% de IRPF. Desde países mucho más avanzados que el nuestro se observa con extrañeza el mantenimiento de un impuesto anticuado, absurdo, obsoleto e injusto mientras tenemos pretensiones de liderazgo y modernidad fiscal en otras áreas. La mera existencia del Impuesto sobre el Patrimonio y del desorbitado límite conjunto muestran que en muchos aspectos seguimos siendo un país fiscalmente atrasado y acomplejado, y que nuestra complacencia sólo puede conducirnos a permanecer estancados mientras los países más dinámicos de nuestro entorno nos dejan atrás. Por ejemplo, Alemania, Holanda, Austria y Dinamarca han abolido el Impuesto sobre el Patrimonio en los últimos años, al darse cuenta que era ridículo tener un impuesto que, con escasísima finalidad recaudatoria, directamente penaliza a aquellos que más ahorran. De los quince países de la Unión Europea, diez no tienen Impuesto sobre el Patrimonio, incluyendo Italia, Reino Unido o Alemania. 

Dentro de estos 650.000 españoles abandonados por el Gobierno hay personas cuyo esfuerzo, dedicación y trabajo duro les ha permitido conseguir un patrimonio importante, imprudencia que en este país se suele perseguir con dureza. Pero también hay muchas personas cuyo problema es la insuficiencia de rentas para poder hacer frente al gravamen sobre su patrimonio aunque éste no sea ni mucho menos elevado, tales como amas de casa, jubilados, etcétera. 

Un gravamen del 70% sobre lo que ganamos no sólo es confiscatorio: es un abuso, una extralimitación de las funciones recaudatorias de cualquier Gobierno moderno y serio del siglo XXI. Introducido hace ya 25 años (¡qué modernos somos!) cuando el máximo tipo marginal de la renta era del 65%, su modificación debería ser en justicia prioritaria cuando ese mismo tipo será del 45%. El Gobierno central, a pesar de las recientes transferencias competenciales a las CCAA, tiene competencias plenas en el límite conjunto de IRPF y Patrimonio. La reforma de mínimos que debería incluirse en la reforma fiscal podría ser la siguiente:

  1. Reducir el límite conjunto al cincuenta por ciento.
  2. Referenciar dicho límite a la parte general de la base imponible, para permitir que las ganancias patrimoniales superiores al año sean efectivamente gravadas al 15%;
  3. Eliminar la obligación de pagar una cuota mínima del Impuesto sobre el Patrimonio, para que jamás pueda superarse el límite absoluto del 50%.

Si es usted uno de estos 650.000 ciudadanos ignorados por el Gobierno, acuérdese cuando marque la casilla correspondiente en la declaración del IRPF: al Gobierno le parece sensacional que usted pague el 70%. Pero aún hay más. Recuerde que el Programa Electoral del PP de 1996 prometía revisar el límite conjunto de IRPF y Patrimonio; recuérdelo y tome buena nota: promesa incumplida. Por segunda vez. Con mayoría absoluta. 

Confiemos en que el Gobierno incluya finalmente la reforma del límite conjunto en su nuevo modelo fiscal. Es una causa justa. Y demostraría así que sabe cumplir lo que promete.

Antonio Barderas Nieto

Director de la Asociación Madrileña de la Empresa Familiar